Ofelia Huamanchumo de la Cuba
Ácana-nana, ácana-nana
¡Abre tus ojitos, pide el biberón!,
que salió el solcito y es de mañana.
Hacia el mediodía prueba concolón,
pa' que te de fuerzas como buen alpiste,
pichoncito mío, linaje de halcón,
pues guiar la estirpe no es cosa de
chiste,
sino de pioneros de gran diligencia
que aguardan la vida con la lanza en
riste.
Luz, sabiduría y harta paciencia
te acompañen siempre para que ojalá
puedas ayudar a quien tenga urgencia.
Chingalalá, chingalalá,
un bañito fresco antes de la cuna,
que tus sueños lleguen hasta por allá.
Allá donde reinan las nubes de espuma
como nidos blandos del mismo Morfeo
tan presto a arrullarte a la luz de la
luna.
¡Ácana-nana, ácana-nana!
¡Chingalalá, chingalalá!
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Publicado en:
Año XLI, Nr. 353, Lima, agosto 2014.